Nací hace 41 primaveras, un 2 del frio diciembre de 1981. Incluso para el nacimiento fui precoz, 7 meses y 3 semanas bastaron para provocar el parto. Un embarazo que todos los médicos habían pronosticado imposible por razones médicas evidentes...pero va a ser que desde los inicios de mi vida he venido a decir que en este mundo no hay nada imposible. ¿Complicado? ¡Seguro! ¿Requerirá esfuerzo? ¡Claro que sí! pero con actitud y los apoyos necesarios, los cambios son posibles. Y esa premisa esperanzadora es la base de mis terapias con las personas a las que acompaño.
Podría decir que en 2003 me inicié como psicoteraputa en 3º de la carrera (Psicología) cuando inicié mis práctica en el psiquiátrico más conocido de la zona. Siempre había sido mi sueño (allí habían ingresado varias veces a Rosario, mi abuela materna), y gracias a mi esfuerzo (máxima nota) lo conseguí.
El primer día...se me venía el mundo al suelo cuando me encontré con el primero de muchos pacientes que ahí vagaban sin rumbo...
Delgado, mirada perdida, un tanto desequilibrado...sus pasos son torpes. Pero en verme (chica joven por aquéllos lares...) se viene directo a mi, ofreciéndome su mano. Se presenta, "hola soy X" y con el brillo en la mirada de un chiquillo muy contento que hoy viene su hermano a visitarlo. Me alegro por él, las visitas en el psiquiátrico son algo muy importante y, a la vez, demasiado escaso.
Sin embargo, faltarían pocos minutos para que me enterase de que realidad la familia lo había abandonado allí años atrás y que apenas tenía dinero ni para tabaco ni para café, los dos grandes tesoros del mundo psiquiátrico.
Buf, destrozada. ¿Cómo alguien puede abandonar a sus familiares en el momento en el que más los necesitan? ¿Es que esta gente no tiene corazón? ¿Es que vivimos en un mundo egoísta donde nadie quiere "cargas o "problemas"?
En realidad, inicié mi labor como psicoterapeuta informal años atrás... ¿en qué momento? Pues no lo sé definir bien, pero sí que te cuento que desde pequeña trataba de consolar y acoger a cualquier niño o niña al que marginaran o le hicieran bullying por cualquier razón.
Por si tengo que poner una fecha que supuso un antes y un después en mi vida, sin duda fueron los 13 años. El peor momento de mi vida. Escribo estas líneas y pese a todo lo que me lo he trabajado (con otros profesionales) me sigue doliendo, y las lágrimas invaden mis ojos. Seguramente te estés preguntando qué es lo que pudo pasar...voy a intentar exponerlo brevemente....
Continuará....
Este relato ha sido escrito por Mónica Antequera Fariña con motivo de la Campaña "Relatos con perspectiva" por mujeres con un vínculo estrecho con la salud mental: primeras personas, madres, hermanas, amigas...