24 de julio de 2023
Paloma es como una niña, como una pequeña e insignificante criatura que lo absorbe todo con avidez, con esas ansias de vivir que sólo los soñadores pueden entender. Paloma no se detiene a pensar, prefiere hacer. Paloma se deja la piel donde no hace falta, porque es ingenua y confiada. No importa si le intentan hacer daño porque es tan sutil y tiene tanta sensibilidad que no se detiene nunca. Y si lo hace ...es por tí. Paloma es casi invisible, como las nubes que presienten la tormenta, como la paz de las olas intensas, como un volcán dormido en erupción, como la brisa enorme que todo se lo lleva, como los lindos cantos de los cuervos y la lentitud de las leonas cuando ven a su presa. Paloma no tiene voz cuando grita enfurecida, ni huellas en la calle cuando camina despacio para ser puntual. Paloma se refleja en el espejo, y en un charco. No tiene nada especial, ni las piernas largas, ni los ojos azules, no tiene edad para amar, pero tiene un largo compromiso con la vida. La invitó a bailar un día y supo que era su pareja ideal. Y bailando y bailando Paloma siempre tuvo su lugar. Paloma no se queja , no desiste, y a veces se deja pisar por otros pies . Paloma es dulce, como de piedra. Es tierna, como el ángulo de la esquina de la luna. Es infinita, como las amapolas. Paloma vuela desnuda y parece que no volverá. Pero Paloma es aire, y por ella tú puedes respirar. Pero si Paloma es todo o es la nada, te lo debe a ti y a ella misma que todos los días se registra los bolsillos para poder experimentar. Este relato ha sido escrito con motivo de la Campaña "Relatos con perspectiva" por mujeres con un vínculo estrecho con la salud mental: primeras personas, madres, hermanas, amigas... Cada semana, será publicado un relato en nuestras redes sociales y en nuestra web.